CÓMO OCURRE LA FECUNDACIÓN NATURAL

Vamos a repasar qué ocurre justo antes de producirse un embarazo de forma natural.

Empezando desde el principio, debe existir integridad y buen funcionamiento del aparato genital masculino y femenino y deben ocurrir multitud de sucesos que hagan posible que suceda el embarazo.

El aparato genital femenino está compuesto por la parte externa (labios mayores, menores, vulva y vagina) y parte interna (útero con cuello y cuerpo, trompas de Falopio y ovarios). Estos componentes anatómicos tienen importancia en la parte mecánica (para que el espermatozoide encuentre al óvulo) y para la implantación del embrión.

Pero no sólo necesitamos la estructura. Para que todo funcione como un  reloj es esencial que el hipotálamo e hipófisis funcionen. Son glándulas situadas en la parte interna y central del cerebro, que secretan hormonas que harán funcionar un complejo sistema cuyo objetivo es lograr la maduración de un óvulo en el caso de la mujer para que pueda ser fecundado y preparar al útero para un posible embarazo. Esta secreción debe de ser de una manera concreta para que sea eficaz, pulsátil, irregular y dependiente del momento de la vida o del ciclo de la mujer.

El hipotálamo libera GnRH y desencadena la liberación de LH y FSH, se produce una cascada de hormonas que hacen que el ovario funcione y arranque con la maduración de un óvulo. El óvulo maduro es aspirado por una trompa de Falopio, que en su parte final tiene forma de embudo y en su interior tiene cilios que ayudan a que el óvulo maduro se traslade al útero. A la vez, la capa interna del útero se prepara para alojar a un embrión gracias a los estrógenos liberados por el ovario y dar lugar a un embarazo evolutivo.

El aparato genital masculino también tiene elementos externos (testículos en la bolsa escrotal, epidídimo y pene) e internos (conductos deferentes, próstata y glándulas bulbouretrales) y se encarga de la producción de espermatozoides y de hormonas masculinas. Dentro de los testículos se forman los espermatozoides que van al epidídimo, con sustancias muy importantes para completar su maduración y su transporte hasta los conductos deferentes. Los testículos están cubiertos de una piel fina llamada escroto, que se encarga de mantener la temperatura adecuada para la producción y maduración espermática (les hace falta una temperatura inferior a la del interior del cuerpo). Los espermatozoides pasan por los conductos deferentes y los conductos eyaculatorios, pasan por la próstata y reciben sustancias de las vesículas seminales para llegar a la uretra. El pene es el órgano encargado del depósito de espermatozoides en el fondo de la vagina, mediante la erección. En su interior tiene un sistema parecido a una esponja, cuándo se rellena de sangre aumenta su tamaño y endurecimiento y permite una adecuada penetración vaginal. La función testicular está controlada por el hipotálamo e hipófisis del hombre, que secreta hormonas de forma pulsátil como en la mujer y da información al testículo para que produzca los espermatozoides.

Durante una relación sexual, los espermatozoides son liberados en el fondo de la vagina inmersos en el líquido seminal, que no sólo ayuda en el transporte, sino que contiene azúcares y sustancias que les dan energía y soporte. Los espermatozoides ascienden inicialmente a través del moco cervical nadando ayudados por sus colas por un conducto estrecho, el cuello del útero, llegan al cuerpo uterino y ascienden por los ostium tubáricos (los orificios del útero que lo comunican con las trompas) para llegar a las trompas de Falopio, dónde encontrarán al óvulo maduro.

¿Y cómo lo encuentran? Por varios mecanismos, nadando a favor de la corriente del fluido seminal, les atrae la progesterona secretada por las células que rodean al óvulo maduro, buscan la temperatura elevada (cerca del ovocito hay 2 grados más de temperatura) y además la excitación sexual hace que se libere oxitocina y se produzcan contracciones en el cuerpo del útero que les ayudan en su ascenso hasta las trompas. No todos lo consiguen, llegan muy pocos hasta la trompa.

Desde que sucede la ovulación en el ovario, el óvulo fecundado puede tardar de 6 a 12 días en llegar al útero, es necesario que un espermatozoide con capacidad de fecundar lo consiga y que la fecundación suceda de forma correcta (Cuándo ocurre la fecundación de forma correcta). Ya es un embrión, y ya sólo falta que anide en el sitio correcto, el interior del útero.

El embrión ya está en estadío de blastocisto y pueden diferenciarse estructuras que serán parte del futuro embrión y estructuras que formarán la futura placenta. Es necesario que se introduzca en la pared interna del útero, en el endometrio, para que se produzca la implantación. Y para que esto ocurra, el endometrio tiene que tener unas características muy especiales, su ambiente, con sus microorganismos, su  espesor, su morfología, su vascularización especial, debe expresar unos receptores concretos… Todo para que el embrión sea capaz de implantar. Los especialistas sabemos que el endometrio tiene unos días concretos del ciclo en los que es receptivo y capaz de permitir la implantación del embrión, a este período de tiempo le llamamos ventana de implantación (Qué es la ventana de implantación). Si el embrión intenta fecundar fuera de estos días, no lo consigue.

Como veis, los sucesos necesarios para que ocurra el embarazo son muchos, muy concretos y necesarios y deben suceder en un momento definido. Y aunque parezca muy complicado… la mayoría de las parejas lo consiguen, de forma natural o con ayuda de los especialistas.

¡¡Muchas fertilidades!!

 

Ana Gaitero

 

"Bebé en casa cuanto antes."

- ANA GAITERO

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