SUEÑO Y FERTILIDAD

El estilo de vida que llevamos, lo que comemos, lo que respiramos y cómo y cuánto dormimos  tiene impacto en nuestra salud y en concreto, en nuestra fertilidad.

Muchos de estos factores son elecciones personales y se pueden modificar. Múltiples estudios han intentado entender la relación entre el sueño y nuestra fertilidad y aunque todavía no hemos sido capaces de entender todo su significado sí que tenemos datos que apoyan que dormir mejor puede influir en nuestra fertilidad.

Las personas utilizamos en todos nuestros procesos vitales un ritmo regular diario de 24 horas que llamamos ritmo circadiano. Este ritmo con el ciclo sueño-vigilia está regulado por el hipotálamo, dónde se produce y secreta melatonina y dónde también se regula la temperatura corporal, la sed, el hambre o la secreción de hormonas relacionadas con la producción y maduración de hormonas sexuales.

La melatonina, se libera a la sangre y se distribuye por todo el cuerpo, encontrándose en el interior de los folículos ováricos cuándo están cercanos a la ovulación y en el semen. Interviene en la maduración sexual, en el ciclo reproductor y tiene acciones antioxidantes y antiinflamatorias.

La producción de melatonina cambia con la edad, tiene un pico máximo a los 8-10 años, interviene en la maduración sexual y empieza a descender a partir de los 40-45 años.

La luz es el principal factor que regula su producción, empieza su síntesis a las 20-22h de la noche cuándo empieza a oscurecer, su producción es máxima a las 2-3 de la madrugada y es mínima con la luz del día. La exposición a luz artificial entre la medianoche y las 4 de la mañana causa una inhibición en su producción y si esto ocurre, se producen problemas por desincronización de nuestro ritmo circadiano. Existen otros sincronizadores con menos potencia, como son el horario de comidas, el ejercicio regular, el horario de sueño o los contactos sociales.

Se sabe que los niveles de melatonina influyen en el ciclo menstrual, la fertilidad y el embarazo: interfiere con la liberación de LH (encargada de producir el pico ovulatorio), existen receptores de melatonina en las células de la granulosa de los óvulos y encontramos melatonina en el líquido folicular. Todo esto nos hace pensar que tiene un impacto en la producción y maduración de óvulos.

Las alteraciones del sueño inducen alteraciones hormonales que alteran el correcto funcionamiento del ciclo. La privación prolongada del sueño aumenta la secreción de TSH, aumenta los niveles de LH y estradiol y suprime la liberación de prolactina, estas hormonas son decisivas para que se produzca una ovulación e implantación embrionaria exitosa.

Hábitos y Sueño

En mujeres, se ha visto que las trabajadoras en turnos de noche presentan ciclos menstruales más largos, con más sangrado y dolor debido a la alteración de su ritmo circadiano. Varían sus niveles de melatonina pero no sus niveles de FSH y LH, aumenta la resistencia a la insulina y los marcadores de inflamación.

Se encuentran irregularidades menstruales en las mujeres que duermen menos de 5 horas diarias e incluso tasas de fecundidad menores en mujeres que duermen menos de 6 horas si las comparamos con mujeres que duermen 8 horas por noche y no tienen problemas para dormir.

Existen estudios que encuentran que la pérdida y mala calidad del sueño también se asocian con un aumento de marcadores inflamatorios como el RNF, IL-6 y CRP, esto nos hace sospechar que puedan existir procesos oxidativos que afecten a la calidad de los gametos.

En los hombres, se ha demostrado que la falta de sueño (menos de 7 horas), la hora tardía de acostarse (después de las 22.30h), las duraciones del sueño cortas o largas o la mala calidad del sueño (percepción subjetiva de somnolencia, uso de medicamentos para dormir, latencia al inicio del sueño) afectan a la calidad seminal, encontrándose menores concentraciones de espermatozoides y con alteraciones en la motilidad en eyaculado. No hay estudios con recién nacido vivo ni resultados tras técnicas de Reproducción. Los estudios incluyen poblaciones muy pequeñas y no se puede deducir causalidad. Esto significa que no se ha estudiado a la vez la calidad del sueño y características seminales de hombres fértiles. Lo que sí parecen mostrar es que el sueño puede influir en las características del eyaculado.

El sueño breve también está asociado a enfermedades crónicas, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, que también se relacionan con la infertilidad.

Y para ya rizar el rizo, sabemos que las técnicas de Reproducción Asistida aumentan el estrés en las parejas y que influyen en la calidad y cantidad de sueño. En un estudio se encontraron alteraciones del sueño en el 43% de mujeres que realizaron una fecundación in vitro e incluso en otro se encuentra relación entre el tiempo de sueño total y los ovocitos recuperados.

El impacto del sueño en la fertilidad aún no se comprende completamente, sabemos que existe relación íntima entre ellos pero hace falta recorrer aún mucho camino para demostrar que si dormimos más y mejor mejoramos nuestra capacidad fértil.

Lo mejor de estos estudios, es que demuestran que hay factores relacionados con el sueño, como la hora de acostarse o la duración del mismo, en los que sí tenemos influencia y van a hacer que tengamos ciclos más saludables o fisiológicos.

Qué recomiendan:

– dormir más de 7 horas

– mantener hábitos constantes en la hora de acostarse y despertarse

– acostarse antes de las 22.30.

– trabajar por conseguir una buena calidad del sueño (separar la última ingesta de la hora de acostarse, cenar ligero, limita el consumo de cafeína y alcohol cerca de la hora de dormir, temperatura ambiente adecuada, sin luz ambiental, relajarse cuándo llega la hora de acostarse y no trabajar o ver series en la cama que retrasan la hora de dormir…)

Por una vez, la receta está al alcance de todos y es placentera… ¿a quién no le gusta despertarse después de haber conseguido un sueño reparador que nos carga las pilas?

¡¡Muchas fertilidades!!

Ana Gaitero

 

Bibliografía

Medio ambiente, estilo de vida e infertilidad femenina. Bala R , Singh V, Rajender S, Singh K.Reprod Sci. Marzo de 2021; 28 (3): 617-638. doi: 10.1007 / s43032-020-00279-3. Epub 2020 3 de agosto.PMID: 32748224

Sueño en mujeres sometidas a fertilización in vitro: un estudio piloto. Goldstein CA , Lanham MS, Smith YR, O’Brien LM.Sleep Med. Abril de 2017; 32: 105-113. doi: 10.1016 / j.sleep.2016.12.007. Epub 2016 21 de diciembre.PMID: 28366321

"Bebé en casa cuanto antes."

- ANA GAITERO

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